Acompañamos a Miguel Ángel Roldán, Profesor de Educación Física y triatleta que padece ELA, en su escalada al Naranjo de Bulnes para gritar por la investigación contra esta enfermedad: escalar con ELA es una llamada de atención y un grito de vida, el más alto y emocionante: ¿Nos acompañas para conocer más sobre este proyecto?
El pasado 31 de mayo de 2021, Miguel Ángel Roldán, Profesor de Educación Física y triatleta, consiguió escalar hasta la cima del Picu Urriellu, también conocido como Naranjo de Bulnes, en el Parque Nacional de los Picos de Europa.
Esto no sería un titular de no ser porque Miguel Angel padece una terrible enfermedad: la ELA o Esclerosis Lateral Amiotrófica.
¿Por qué alguien al que se le ha diagnosticado una muerte prematura se propone un reto así?
Él no escalaba antes de recibir el mazazo de ese diagnóstico.
Pero vio que es imprescindible poner ante los ojos de la sociedad la existencia de enfermedades que , como ésta, podrían ser curadas si se dedicara a su investigación siquiera una parte de los recursos que en este momento se destinan a otros fines no tan vitales.
¡Era preciso llamar la atención! Así nació el proyecto “Los 5 gritos contra la ELA”.

Proyecto “Los 5 gritos contra la ELA”
Cuatro asociaciones de enfermos de ELA: Dale Candela, Dar Dar, Fundación Luzón y Saca la Lengua a la ELA están unidas para gritar a la sociedad y despertarnos de nuestra ignorancia.
Porque sólo si conocemos que la enfermedad existe podremos influir para que las personas responsables le dediquen la atención y recursos necesarios.
Con ese fin proyectaron un plan que consiste en lanzar 5 gritos desde lugares emblemáticos.
El primero, realizado en 2018 por Pablo Olmos y Unai Llantada, brotó desde la cima del monte más alto de la Antártida: el monte Vinson, de 4.897 metros de altitud.
Muy afectado por la ELA, Pablo formó parte de la cordada desde su silla de ruedas, en Zalla. Unido a Unai por una cuerda tejida de amistad de 14.500 kilómetros de largo.
Culminaron la expedición “Dar Dar ELAntártida” y, “juntos” en la cima, lanzaron el primer grito de este proyecto.
El segundo grito requería cambiar el hielo inicial por fuego, y las miradas se dirigieron a un volcán: el Teide.
En un año de crisis sanitaria mundial, 2020, otras dos personas: Jaime Lafita y Miguel Ángel Roldán se enfrentaron a la Ruta 04. La ascensión de mayor pendiente de Europa con el menor kilometraje.
Desde el mar, del que recogieron agua en una botella, hasta los 3.718 metros de la cima ascendieron para combatir el fuego interno que les consume.
Porque ambos, Jaime y Miguel Ángel, son enfermos de ELA.
“TeidELA 04” fue el nombre de la expedición, y “Grita Echeide” es el título del documental que la describe, haciendo referencia a una de las leyendas locales sobre el volcán.
El tercer grito: Escalar con ELA el Picu Urriellu
Y hace apenas unos días, porque escribo esto en junio de 2021, es cuando comenzó la ascensión para lanzar el tercer grito. “UrriELA. Escalada de vida”.

El objetivo de Miguel Ángel Roldán era la cima del Picu Urriellu, de 2.519 metros de altitud y verticales paredes por todas sus caras.
Probablemente la montaña más emblemática de España. La que más vías de escalada tiene.
La elegida fue la Directa de los hermanos Martínez, en la cara Sur, abierta el 13 de agosto de 1944.
A las dificultades de la ascensión, con varios tramos de IV+ a V, hay que añadir las que añade escalar con ELA.
Una pesada “mochila” que Miguel Ángel carga todos los días, con debilidad muscular, limitaciones en el control de unos músculos que, hace poco, le permitían finalizar triatlones, dificultad para hablar,…
Con esa terrible carga, pero con una fuerza de voluntad sin límites, hacia las 7 de la mañana del día 31 de mayo salió del refugio de Urriello, casi a 2.000 m de altitud, en el que habíamos permanecido durante dos días preparando el ascenso.
Dos horas más tarde, tras descender hasta la Canal de la Celada y atravesar los canchales y neveros de la cara Norte del Picu, llegamos a lo que sería nuestro Campo Base, en el Collado de la Celada. A unos 2.200 metros.

Para su montaje fue fundamental la colaboración de la SEREIM (Sección de Rescate e Intervención en Montaña) de Cangas de Onís y de la Unidad Aérea de Oviedo, de la Guardia Civil en el Principado de Asturias, quienes consiguieron depositar en el lugar los medios técnicos necesarios, a pesar de las dificultades que la niebla opuso.
El equipo humano encargado de transmitir las imágenes en directo de la escalada preparó un “estudio” o set de realización impresionante, para estar en medio del agreste paisaje de los Picos de Europa.

Basado en dos pequeñas tiendas de campaña, en él se recibían las imágenes simultáneas de 6 cámaras. 4 de altura, en manos de escaladores, una a 2.200 m y otra sobre un drone.
Se editaban, junto a los comentarios y entrevistas, y se retransmitía la señal hasta un puerto de montaña cercano. Desde allí se lanzaba hasta el estudio principal y era servida a todo el mundo.

4 horas de escalada para dar el grito más emocionante
A las 11 de la mañana, tal como estaba previsto, Miguel Ángel se lanzó hacia la pared con la firme determinación de ascenderla.

Con la ayuda de un formidable equipo de altura formado por 7 guías y cámaras, luchó a lo largo de más de 4 horas contra sus limitaciones y las dificultades de la vía de escalada.

Le pudimos ver escalar con ELA, en directo. Agotado al finalizar alguno de los largos, pero apenas unos minutos después la sonrisa brotaba en sus labios. Nos íbamos convenciendo de que la cima estaba a su alcance.
Llegó andando él solo hasta la imagen que corona la cima del Picu Urriellu. Con la tremenda fuerza interior que dan las convicciones y la seguridad de saber que su petición es justa, lanzó desde los Picos de Europa un grito de atención y rabia.
Lo hizo reclamando más recursos para la investigación de la ELA y para la asistencia de quienes la sufren. Lo hizo en nombre de las 4.000 personas que sufren la enfermedad en España.
El resto de lo que ocurrió lo vimos y vivimos de forma borrosa.
Porque tanto sus compañeros de cordada, que acudieron a su abrazo en la cumbre, como quienes permanecíamos en el Campo Base, teníamos los ojos llenos de lágrimas de emoción.

¡Ha sido como tocar el cielo con los dedos!
En mi nombre y en el de las personas que intentan mejorar la situación de las y los enfermos de ELA queremos agradecer a Forum Sport su sensibilidad y ayuda para visibilizar esta enfermedad y fomentar la investigación en busca de su curación.
Por Kepa Lizarraga, especialista en Medicina del Deporte y colaborador de Forum Sport.

Soy Kepa Lizarraga Sainz, Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y Diplomado en “Médicine et Biologíe des environnements extrêmes” por la Universidad de Burdeos.
He trabajado con deportistas de todos los niveles competitivos. Desde aficionado hasta élite mundial, y de especialidades tan diversas como el atletismo, el remo, piragüismo, ciclismo, triatlón, esquí en todas sus modalidades y, sobre todo, montañismo, que también practico.
Sobre el terreno, he sido médico de varias expediciones a las más altas cimas, cono el Everest y el K2, de largas travesías de montaña, como la Transpirenáica y de pruebas como el Campeonato del Mundo de Cross, de 1992, o la Universiada de invierno, en 1995, de Campeonatos del Mundo de Baloncesto femenino junior, de Cesta Punta o de Sokatira, de Campeonatos estatales de varios deportes, o médico de la Selección Española de Ciclismo femenino, por citar algunas pruebas.
He publicado varios libros sobre la Medicina aplicada a esos deportes, presentado comunicaciones científicas en Congresos internacionales y publicado más de 400 artículos de divulgación sobre Medicina del Deporte.
Actualmente colaboro, junto con mi hijo, Mikel Lizarraga Elejaga, en el Blog de montaña de Forum Sport.
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