¿Quieres ver cómo son por dentro las chaquetas impermeables de montaña? ¿Y conocer las diferencias entre las de 2L, 2,5L o 3L.? ¡Sigue leyendo! 🙂
La evolución de los materiales empleados para fabricar las prendas de montaña aporta ventajas sobre las que teníamos antes, pero también nos complica la elección.
Por eso hemos decidido explicar de forma sencilla qué significan esos datos de 2L, 2,5L o 3L que adornan las etiquetas y la publicidad, en este caso concreto, de las chaquetas impermeables para montaña.
La L es de litros ¿verdad?
No. No hablamos de capacidad, a pesar de que la “L” mayúscula que sigue a la cifra pueda hacernos pensar que se trata de litros.
En este caso la “L” procede de la palabra inglesa “layer”, o capa, en castellano.
Gracias a la amabilidad de la firma Ternua, disponemos de muestras de todos esos tipos de tejidos, y basaremos en ellas nuestra descripción.
Cuando los fabricantes se esfuerzan por lanzar al mercado la mejor de las chaquetas impermeables y transpirables, tienen muchas decisiones que tomar. Y el color es solo una de ellas.
No se trata solo de elegir el tejido exterior más atractivo y que mejor soporte el rozamiento, ni de escoger la mejor de las membranas impermeable/traspirable o el forro interior más ligero y aireado.
Además, deben decidir de qué forma unirán entre sí las capas seleccionadas para conseguir que sus virtudes particulares se complementen y mejoren el resultado.
Por simplicidad, pudiéramos preguntarnos por qué no hacen las chaquetas utilizando tan solo esa lámina “mágica” que las hace impermeables y traspirables: la membrana.
La respuesta es que esa finísima membrana es muy delicada y no soportaría roces, enganchones o suciedad.
Incluso las agujas de coser la deterioran, dejando en ella pequeñas pero perceptibles marcas que arruinarían la impermeabilidad si no son convenientemente selladas.
Por eso es importante proteger la membrana, del interior y del exterior, mediante las otras dos capas que ya hemos citado.
Esa realidad hace que las chaquetas 2L tan solo se utilicen para entornos urbanos y de poca exigencia meteorológica.
Chaquetas impermeables de montaña: ¿Qué es una 2,5L en realidad?
Otra de las posibilidades que valoran los fabricantes consiste en estampar un dibujo en relieve sobre la cara interna de la membrana. La que estará en contacto con otras prendas o con nuestra piel.
De esa forma se reduce su rozamiento y se limita, además, el hecho de que el sudor, la suciedad o las cremas cutáneas provoquen una rápida pérdida de las propiedades de la membrana.
El resultado se denomina 2,5L, puesto que el añadido no es propiamente una tercera lámina continua de material, sino una trama.
Las prendas fabricadas de esa forma ocupan menos espacio en la mochila y resultan ser más elásticas, ligeras y económicas que con la siguiente opción que explicaremos. Eso sí, generalmente son menos eficaces y duraderas que las 3L.
Chaquetas impermeables de montaña 3L: el bocadillo
La tercera forma de confeccionar estas chaquetas es formar un “bocadillo” con las tres capas: el tejido exterior, la membrana y un forro interior…
…y “fundirlas” de tal forma que, en un examen superficial, nos parecerá que la prenda está hecha de una sola capa, aunque la chaqueta resultante será una 3L, recordando las tres láminas que contiene.
Con esa arquitectura o diseño, las prendas resultan ser algo menos flexibles que las 2,5L, y abultan y pesan algo más, pero sus cualidades de transpirabilidad e impermeabilidad son más duraderas.
De hecho, las prendas para responder a las condiciones más exigentes se fabrican con el formato 3L.
Resumiendo: la diferencia física fundamental entre las prendas 3L y 2,5L, que son las habituales en nuestro deporte, reside en su capa o lámina interna.
Conclusión chaquetas impermeables de montaña: rendimiento y durabilidad frente a ligereza y economía
La primera opción, 3L, ofrece mejores resultados y durabilidad, pero es más abultada y cara, mientras la segunda, la 2,5L suele ser más comprimible, ligera y económica.
Conocido lo anterior, solo nos queda analizar nuestras necesidades, gustos y posibilidades económicas para escoger con buen criterio aquel tipo de prenda que mejor nos protegerá de la lluvia.
Por Kepa Lizarraga, especialista en Medicina del Deporte y Mikel Lizarraga, Analista físico-químico. Ambos colaboradores de Forum Sport.
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Soy Kepa Lizarraga Sainz, Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y Diplomado en “Médicine et Biologíe des environnements extrêmes” por la Universidad de Burdeos.
He trabajado con deportistas de todos los niveles competitivos. Desde aficionado hasta élite mundial, y de especialidades tan diversas como el atletismo, el remo, piragüismo, ciclismo, triatlón, esquí en todas sus modalidades y, sobre todo, montañismo, que también practico.
Sobre el terreno, he sido médico de varias expediciones a las más altas cimas, cono el Everest y el K2, de largas travesías de montaña, como la Transpirenáica y de pruebas como el Campeonato del Mundo de Cross, de 1992, o la Universiada de invierno, en 1995, de Campeonatos del Mundo de Baloncesto femenino junior, de Cesta Punta o de Sokatira, de Campeonatos estatales de varios deportes, o médico de la Selección Española de Ciclismo femenino, por citar algunas pruebas.
He publicado varios libros sobre la Medicina aplicada a esos deportes, presentado comunicaciones científicas en Congresos internacionales y publicado más de 400 artículos de divulgación sobre Medicina del Deporte.
Actualmente colaboro, junto con mi hijo, Mikel Lizarraga Elejaga, en el Blog de montaña de Forum Sport.
Muy bien explicado
Gracias
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